• Creció más de cinco veces el número de motocicletas en 10 años, según el INEGI
• La mitad de los decesos ocurren por derrape y caída, por lo que es imprescindible exigir reglamentación en los cascos protectores
Ante el incremento de defunciones por accidentes de tránsito en motocicleta que, según reportes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en México se han elevado hasta en un 60 por ciento, la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM) se pronunció por medidas que protejan y salvaguarden la vida de las personas que utilizan estos vehículos.
De 2011 a 2021, según reportes del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en México el número de motocicletas particulares registradas en circulación, aumentó de un millón 284 mil 724, a 5 millones 901 mil 201, es decir más de cinco veces.
De acuerdo con cifras oficiales, la mitad de los decesos por accidentes en motocicleta ocurren sin que haya una colisión, es decir, por derrape y caída, lo que para la AMTM significa que es necesaria una reglamentación que prevenga estos hechos.
Nicolás Rosales Pallares, presidente de este organismo civil encargado de analizar la problemática de la movilidad en el país, señaló que la OMS ha identificado cinco factores que aumentan principalmente el riesgo de las lesiones causadas en accidentes viales a bordo de motocicletas: exceso de velocidad, conducción bajo los efectos del alcohol, no utilizar casco protector, falta de cinturones de seguridad y no emplear medios de sujeción para los niños.
Asimismo, explicó que, según ese organismo mundial, en la mayoría de estos accidentes, el casco no ha significado la diferencia entre la sobrevivencia o lesiones graves, entre otras razones porque este tipo de protección no cumple normas de certificación como la DOT (acrónimo del Departamento de Tránsito de Estados Unidos, Department of Transportation) o la ECE (desarrollado por la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa).
Los cascos certificados, dijo, reducen el 40 por ciento de riesgo de morir a causa del siniestro y pueden reducir el 70 por ciento de una lesión grave, ya que cumplen con tres funciones: reducen la desaceleración del cráneo y su material mullido absorbe parte del impacto, lo que significa que el cerebro no choca contra el cráneo con tanta fuerza; dispersa la fuerza, de manera que no se enfoque en un solo punto, y evita el contacto directo con el cráneo, lo cual reducirá el golpe si está hecho de los materiales adecuados.
En este contexto, cabe recordar que la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (Semovi) planteó modificaciones al reglamento de tránsito, que incluyen la prohibición para circular en carriles centrales de vías de acceso controlado a motocicletas con un cilindraje menor a los 600 centímetros cúbicos, lo que provocó manifestaciones por parte de motociclistas.
Ante ello, la AMTM celebró el desarrollo de mesas de diálogo entre la Semovi con motociclistas, y señaló que encuentros de ese tipo favorecen la efectividad de las normas, enfocadas en mejorar la seguridad de las personas.
Finalmente, Nicolás Rosales recordó que México presenta un rezago de 30 años en temas de movilidad y seguridad vial, lo cual constituye una terrible “epidemia silenciosa” que les cuesta la vida a 45 mexicanos, de los más de 550 hospitalizados por hechos de tránsito, 90 de ellos con una discapacidad permanente que va a afectar su calidad de vida, su economía y a sus familias.