Organizado por la Asociación Nacional de Empresas de Transporte Urbano (NTU), que reúne a firmas de ese sector provenientes de todo Brasil, inició el ‘Seminario Nacional NTU 2022’ en la ciudad de São Paulo, con la participación del presidente de la Asociación Nacional de Transporte y Movilidad (AMTM), Nicolás Rosales Pallares.

De acuerdo con la NTU, durante 2021 al menos 10.8 millones de viajes pagados por día no fueron realizados por pasajeros de autobuses urbanos en aquella nación, lo que representa una caída del 32.6 por ciento en comparación con el período previo a la pandemia.

La reducción en el número de pasajeros es persistente, asegura la NTU, por lo que la expectativa es de un escenario más estable en el nivel de demanda, correspondiente al 70 por ciento de los niveles alcanzados durante 2019.

Francisco Christovam, presidente ejecutivo de NTU, explicó que el sector analiza los datos para tratar de revertir los resultados negativos. “En general, el resultado que traza el desempeño operativo del sector es impresionante por su impacto negativo. Los sistemas de transporte público organizado por autobuses urbanos, presentes en 2 mil 703 municipios brasileños, acumularon una pérdida de 27.8 mil millones de reales brasileños (más de 109 mil millones de pesos), desde el inicio de la pandemia hasta abril de este año”.

Al inicio del encuentro, panelistas como el propio Francisco Christovam; Edvaldo Nogueira Filho, presidente del Frente Nacional de Alcaldes y alcalde de Aracaju; Fabio Damasceno, secretario de Movilidad e Infraestructura de Espirito Santo, y Sérgio Avelleda, director de Movilidad Urbana, del Centro WRI Ross para Ciudades Sostenibles, expusieron las dificultades que enfrenta el transporte público en Brasil, que se asemejan a las que existen en México.

Desde hace 30 años la NTU realiza anualmente una encuesta (el último de ellos denominado Anuario NTU 2021-2022), a partir de 11 indicadores, cuyos datos provienen de ciudades como Belo Horizonte, Curitiba, Fortaleza, Goiânia, Porto Alegre, Recife, Rio de Janeiro, Salvador y São Paulo, que son puestos a disposición por las entidades afiliadas.

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