Durante la pandemia del Covid-19 la demanda de transporte en México cayó un 60 por ciento, lo cual afecta la rentabilidad y los subsidios que reciben las empresas concesionarias, reveló Ángel Molinero Molinero, consultor y director general de Urbanismo y Sistemas de Transporte (Ustran).
Para el analista, las empresas del transporte público necesitan vivir, sobre todo en América Latina, donde la mayoría son privadas, en un contexto donde algunos países reportaron una caída de hasta el 90 por ciento en la demanda de viajes.
Asimismo, Molinero explicó que debido al entorno pandémico, el hecho de que los transportes vayan al 30 o al 50 por ciento de su capacidad resulta totalmente inviable para la rentabilidad de esas empresas, a menos que se aprobara un incremento tarifario. Sin embargo, de aprobarse sería necesario preguntarse si el usuario puede pagarlo en las actuales condiciones. “Volvemos a ese círculo vicioso de la tarifa, no es una decisión sencilla, por eso yo pienso que antes de actuar, realmente hay que pensar si esto es temporal, si realmente el futuro es tan triste como lo vemos o no lo es”.
En su opinión, mucho dependerá de la aplicación de la vacuna: “no sobreactuemos, la demanda cayó, pero ya comienza a subir y, en algunos transportes incluso regresa a los niveles de saturación que se tenían antes, aquí el problema es cómo se va a dosificar esta situación”.
Hay que entender, dijo Molinero, que esto es un problema de sanidad, no de transporte público, pero constituye una gran oportunidad para encontrar soluciones. Por ejemplo, agregó, habría que preguntarse si seguimos manejando efectivo; “¿porqué no aprovechar esta situación para promover el pago con tarjeta?, creo que todas estas oportunidades que nos abre la pandemia para mejorar el transporte público, deben ser aprovechadas”.
En su análisis, el también asesor de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM) se deben realizar las siguientes preguntas: ¿quiénes saldrán de esta crisis?, ¿cómo le ha pegado al hombre-camión?, ¿qué acciones están tomando los gobiernos?, ¿quién va a invertir en procurar la sana distancia?, ¿es la oportunidad de cambiar el transporte?, ¿cómo se va invertir para lograrlo y a qué tarifa?, ¿cómo se está rediseñando el servicio?
Consultado sobre el incierto futuro de dibuja, Molinero señaló que, normalmente, cuando se diseña una ruta se piensa en una ocupación del 85 por ciento de la unidad, lo que implicaría triplicar el parque vehicular de la CDMX. En consecuencia, preguntó: ¿será la edad de oro para las nuevas modalidades y la tecnología?, ¿vamos a modificar el reparto modal a futuro?, ¿tendremos horarios escalonados?, ¿qué viajes vamos a atender?