La apertura de la Ciudad de México hacia la multimodalidad es un ejemplo para Bogotá, cuna del Transmilenio, paradigma de transporte de pasajeros para los países latinoamericanos

Si algo quedó claro en la inauguración del VII Congreso “Transporte masivo: motor de desarrollo”, en el marco de la Feria Internacional del Transporte FITRANS 2015, es que el transporte y la movilidad urbana son un eje fundamental en el desarrollo económico de los países; sin embargo, también fue destacado que existen resistencias acumuladas desde los años 50 del siglo pasado para dar prioridad al transporte masivo por sobre el particular y sólo algunos países ven hacia adelante con entusiasmo y compromiso de futuro, entre ellos México.

 

En el caso de Bogotá, sede de la Feria Internacional y uno de los países más avanzados en los Sistemas Integrados de Transporte y de los BRT (Bus Transit Rapid) como es el Transmilenio, paradigma para muchos otros países de Latinoamérica como México, sin embargo, todavía tiene muchos problemas que le restan movilidad.

 

Ante un auditorio lleno y con la representación mexicana como testigo, el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro Urrego, expresó que “México no tuvo temor en desarrollar su multimodalidad de transporte, tiene uno de los Metros más grandes del mundo; Bogotá ni siquiera ha empezado ese proceso, le tiene temor, hay  intereses económicos y cada vez que se acerca la oportunidad de empezarlo a desarrollar, se echa para atrás  atrasándonos y llevándonos a sistemas arcaicos con problemas graves de congestión. Y aunque México también los padece lleva más avanzado este concepto de multimodalidad”.

 

El Alcalde Mayor de Bogotá realizó un parangón de las capitales de México y Colombia al expresar que tanto la Ciudad de México como Santa Fe de Bogotá “fueron construidas sobre agua y yo diría contra el agua, lo que arroja dos mundos muy parecidos”.

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Petro Urrego explicó que la cultura del auto como sueño americano construyó la idea de ciudad extendida para expandir el consumo del auto  particular que conquistó a América Latina y China “y entre Estados Unidos y China con este ejemplo económico del carro individual como paradigma del progreso y desarrollo, entre comillas, estamos a punto de acabar con el planeta. Esta idea tiene que cambiar”.

 

Por ello, durante su larga exposición esta mañana en la inauguración del Encuentro, dijo que en el caso de estas grandes ciudades se han dados pasos adelante en el sentido de construir transporte sostenible, de disminuir el uso del carro. Nadie en Londres, nadie en París, nadie en México, nadie en Bogotá, nadie en las grandes ciudades del mundo que se dedique a estudiar los temas de la movilidad y de la congestión diría que la política pública consiste en construir más espacios para los carros, porque desde los años 50 esa teoría fue destrozada teórica y académicamente.

 

Por el contrario, agregó: “usar menos el carro implicaría un mejor transporte público. Si queremos descongestionar la ciudad hay que usar menos el carro, pero si hay que usar menos el carro entonces hay que tener un mejor trasporte público masivo”.

 

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