Yadira García Leyva
En tres años de gobierno, estos gobernantes emprendieron políticas públicas de movilidad en sus ciudades que cambiaron la percepción de la movilidad en todo el mundo. Es cierto que las recetas en materia de movilidad no existen, pero estas acciones demuestran que los cambios contundentes pueden logarse en una sola administración.
Enrique Peñaloza
Transmilenio (un sistema de transporte público tipo Metrobús) es el orgullo de la primera administración de Enrique Peñalosa, en Bogotá; pero 20 años después se convierte en el reto más grande de su reciente reelección como alcalde.
Sus medidas para mejorar la movilidad de la ciudad colombiana casi le cuestan el cargo a Peñalosa en 1997. La implementación de Transmilenio, a pesar de los conflictos con los concesionarios del transporte, y de los vecinos, quienes fueron obligados a retirar sus autos que estacionaban sobre las banquetas, fueron medidas que incomodaron a grupos de poder.
El alcalde siguió con el plan motivado por uno de los principios políticos que lo ha caracterizado: la superposición del interés general al particular, fundamentado en que la igualdad puede ser lograda al ofrecer servicios de alta calidad que pongan a ricos y pobres en circunstancias similares en el espacio público. Así, la promoción que hizo del transporte público tenía la intención de dar una opción rápida y de calidad a quienes no cuentan con un auto.
Además, su gobierno fue autor de las ciclorutas que desarrollaron más de 250 kilómetros, (200 más que todas las ciclovías de la Ciudad de México) aún antes que las ciudades europeas, lo cual incentivo que el 6 por ciento de la población se movilizara en bicicleta (4 por ciento más que en nuestra ciudad capital).
Todo esto para confirmar que su modelo de ciudad se basa en el respeto a la dignidad humana, procurando la inclusión de los grupos más vulnerables para que todos se sientan seguros en el espacio público.
Peñalosa ha comprobado que promover un espacio público equitativo es una inversión en seguridad: con este tipo de políticas públicas disminuyó más de la mitad de los robos menores cometidos en la calle. Una vialidad transitada es una calle segura, aseguró en diversas entrevistas a medios de comunicación el también promotor de parques, jardines sociales de lujo para niños de bajos recursos y megabibliotecas para todo público.
Desde su primera administración, Peñalosa ha conformado sus gabinetes con técnicos en vez de personas con perfiles políticos, esto le ha llevado a tomar decisiones con la mira en lograr una ciudad donde la gente camine, use bicicleta y transporte público.
Jaime Lerner
El creador del concepto del BRT (Metrobús, en la versión de la Ciudad de México) surgió de dos grandes limitaciones para la movilidad: los bajos recursos y el corto periodo que tiene un alcalde para transformar su ciudad.
En respuesta, Jaime Lerner, entonces alcalde de la ciudad brasileña de Curitiba, planteó “metronizar el autobús”.
Un transporte de superficie que movilizara a la gente de forma masiva; un autobús que recuperara el derecho de los que no tienen coche a utilizar la vía; un proyecto que fuera 100 veces más barato que un metro y de instrumentación más rápida; un sistema de estaciones tubulares al mismo nivel del autobús en las que se cobrara antes de abordar para economizar tiempos de traslado.
El proyecto que se creó en Brasil y que tardó 30 años en ser replicado, es actualmente la mejor solución que han encontrado las ciudades latinoamericanas para transportar a sus ciudadanos.
También modificó el enfoque de las políticas públicas tradicionales, normalmente dirigidas a los ciudadanos: él se enfocó en niñas y niños como agentes de cambio.
Implementó programas con duración de seis meses para enseñarles cómo separar la basura, además de que fueran ellos quienes mostraran a sus padres y como resultado de este esfuerzo, Curitiba posee la tasa más alta de separación de basura del mundo desde hace 20 años.
Lerner pensó que la ciudad necesita actuaciones rápidas de mejora en puntos concretos: a esto nombró Acupuntura Urbana, concepto que consiste en cosas simples como poner un museo en una zona degradada, ajardinar una plaza, peatonizar un eje viario o construir un teatro en una vieja cantera. Este tipo de acciones implementadas en las ciudades brasileñas le valieron dos reelecciones como alcalde y la gobernatura del estado de Paraná.
Combinó sus ideas de acupuntura con las de sostenibilidad y propuso a los ciudadanos del mundo tres simples acciones para mejorar sus ciudades desde la individualidad: usar menos el auto, vivir más cerca de sus empleos y separar su basura.
Lee Myung Bank
Durante su campaña para alcalde de Seúl, en Corea, Lee Myung Bank prometió recuperar el Río Cheonggyecheon y así devolver un espacio público a peatones y transporte público a cambio de demoler un vía de tránsito elevado por la que pasaban 170 mil vehículos diariamente, equivalente a demoler el Viaducto Miguel Alemán en la Ciudad de México para recuperar el Río de la Piedad.
A pesar de su controversial propuesta para transformar la ciudad, Lee Myung Bank ganó el cargo de la ciudad coreana y emprendió largas negociaciones con los dos principales grupos que se opusieron a la propuesta: comerciantes y transportistas.
La formación de Lee como economista y su experiencia como Director de Hyundai, el mayor fabricante coreano de automóviles, influyó para incluir en este proceso a expertos en urbanismo y a ciudadanos a través de un consejo consultivo. La obra que finalmente fue avalada en una consulta ciudadana con 80 por ciento de aprobación, tardó dos años en construirse y requirió 386 millones de dólares de inversión, a pesar de haber reciclado el 95 por ciento de los materiales producto de la demolición.
Después de tener los peores índices de tráfico, hoy Seúl es un icono de movilidad por haber incrementado el uso de transporte público con una política pública, que en un inicio fue controversial, pero que finalmente beneficio al sector de los comerciantes. El prestigio de esta acción de gobierno también impulsó a Lee para lograr la presidencia de Corea y le ganó el título de “Héroe del medio ambiente” de la revista Time.