Incorporación de transporte bajo las normas EURO V y EURO VI, así como el Programa de Apoyo al Transporte Masivo (PROTRAM) de lo más reconocido a México en el extranjero.
La despolitización del servicio de transporte, la implementación de tecnologías amables con el medio ambiente, los programas de financiamiento, pero sobre todo un alto contenido social, son algunos de los logros que la delegación de México, país invitado de honor, expondrá ante sus pares latinoamericanos en la próxima Feria Internacional del Transporte, FITRANS 2015.
El evento que se llevará a cabo en la ciudad de Bogotá, Colombia, del 18 al 21 de noviembre, tiene por objeto construir una serie de acuerdos entre América Latina e Iberoamérica, para promover transportes de mayor calidad y buscar soluciones a los problemas de movilidad que enfrentan las ciudades del continente.
Al respecto, el ingeniero Ángel Molinero Molinero, investigador de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM) y uno de los integrantes de la delegación mexicana, explicó que esta nación tiene mucho por presumir, pues en los últimos 10 años el transporte mexicano ha avanzado en varios aspectos y es tiempo de exhibir sus avances ante el mundo.
“Es tiempo de mostrar que sí sabemos, que sí tenemos tecnología y que estamos haciendo las cosas bien. México tiene mucho por presumir”, apuntó el representante de la AMTM, y consideró que las principales semillas de cambio que México impulsa en materia de transporte van hacia la búsqueda de un contenido social, donde el transporte sea reconocido como un derecho humano y herramienta de transformación y equidad.
Tras advertir que Latinoamérica no puede buscar soluciones en Europa, el investigador subrayó la importancia de esta clase de foros donde se intercambian experiencias entre naciones con problemas de movilidad similares, tales como una altísima demanda, bajos ingresos que no permiten solventar transportes costosos y carencia de subsidio al transporte.
Así pues, estimó, la experiencia mexicana será de gran ayuda para construir nuevas soluciones, por ello sus ponentes abordarán el desarrollo orientado al transporte para construir ciudades más humanas y vivibles; el ascenso tecnológico para incorporar tecnologías limpias que reduzcan el impacto ambiental; y finalmente, el transporte visto como un derecho social y herramienta de equidad.
“Lograr que el transporte sea visto como un derecho frenaría las externalidades negativas sociales y económicas. Estaríamos buscando que todo mundo pueda viajar en esta ciudad y no esté limitado, que la movilidad sea un derecho para todos, personas mayores, con capacidades diferentes o de estratos sociales distintos. Urge impulsar esta discusión, despertar la curiosidad por el tema”, afirmó y señaló que uno de los principales logros mexicanos es el contenido social en la transformación del transporte, pues desde la perspectiva del investigador, a diferencia de otras naciones en México estos cambios han venido acompañados de un diálogo constante con los transportistas.
Ángel Molinero resaltó que los programas de financiamiento como el PROTRAM (Programa de Apoyo al Transporte Masivo) llaman mucho la atención a nivel mundial y se han convertido en un elemento clave para impulsar la renovación del transporte en muchas ciudades mexicanas; así mismo subrayó que desde hace más de 20 años este país ha incorporado nuevas tecnologías para reducir las emisiones de CO2 y actualmente varias metrópolis cuentan con transportes con calidad EURO V y EURO VI, mientras en otras naciones no se ha implementado esta normatividad.
Sin embargo, el especialista en transporte subrayó que los principales obstáculos a resolver para México se concentran en la ausencia de proyectos de largo plazo y claridad por parte de los gobiernos estatales y municipales sobre la forma de recuperar las inversiones; además de la persistencia de la idea de competencia entre el servicio gubernamental y la oferta privada, aunque a decir del investigador en los últimos años la despolitización del transporte en México es otro avance.
Finalmente, consideró indispensable fortalecer la idea que tanto gobierno como transportistas tienen un cliente común, el usuario, pues es a él a quien deben sus esfuerzos y en quien se deben concentrar los resultados de este tipo de foros, concluyó.