Roberto Garduño

En tan sólo unos años  la velocidad promedio en la que los autos circulan por las calles de la Ciudad de México ha disminuido tanto, que los 12 kilómetros por hora promedio en los que los carros avanzan por las calles puede ser fácilmente superada por cualquier ciclista.

Esta situación va más allá del detrimento de la paciencia de los conductores y el cambio paulatino en la preferencia de los usuarios de utilizar medios de transporte alternativos.

Cuarenta ciudades mexicanas, cuya población es superior a los 500 mil habitantes, están a punto del colapso, advirtió desde hace algunos años Jesús Padilla Zenteno, Presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM).

Esta situación afectaría la vida de los habitantes de una Ciudad congestionada, además de que su productividad bajaría y se volvería menos competitiva.

En el libro Situación Actual del Transporte Urbano en México, Ángel Molinero expuso que el crecimiento demográfico y urbano de las ciudades se adelantó a los proyectos de planificación del territorio, la circulación urbana y el desarrollo de un transporte público suficiente y de calidad.

Molinero indicó que dicho rezago se sumó a la visión de administraciones gubernamentales que enfocaron sus esfuerzos en mejorar la infraestructura destinada a automóviles particulares, por lo que se olvidaron de las políticas benéficas para el peatón y el transporte público.

En este sentido, el desarrollo de proyectos de transporte público debe ser integral y con una visión a futuro.

De acuerdo con Xavier Treviño, especialista del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP),  un verdadero Desarrollo Orientado al Transporte en la Ciudad de México requiere que los planes maestros de los diferentes medios de transporte público, incluidos los administrados por el Gobierno y operadores particulares,  tengan un mismo eje rector y se integren.

Treviño precisó que los proyectos de crecimiento, por ejemplo, del Sistema de Transporte Colectivo (STC), el Metrobús, el Sistema de Transportes Eléctricos y los Corredores Viales deben partir de una misma planeación y no de esfuerzos individuales.

“Se necesita hacer una mesa de planeación, en esa mesa se debería tomar las decisiones de dinero y la ciudadanía tendría un asiento en esa mesa, con voz y voto, pero como un organismo aparte y deben estar representaciones de las delegaciones y ahí sí se tomarían decisiones más inteligentes”, aseguró Treviño.

Lo que preocupa a los especialistas, es, entonces, que se desarrollen planes y proyectos urbanos, de transporte público e infraestructura vial sin tomar en cuenta el crecimiento exponencial de los habitantes de una Ciudad y que esos mismas personas en algún momento harán uso de la infraestructura, lo que podría volverla insuficiente.

Para Adriana Lobo, Directora Ejecutiva de CTS Embarq México, el Desarrollo Orientado al Transporte en una ciudad debe tener como base los ejes de transporte de la misma, para que a partir de ahí se puedan planificar el crecimiento de una metrópoli.

En un Desarrollo Orientado al Transporte  estás fomentando lo que es una movilidad no motorizada, estás permitiendo que los usos sean mixtos para que tengas una mezcla de lo que es vivienda y lo que es comercio, espacios públicos de alta calidad, transporte público y que haya una gestión del desarrollo del auto”, aseguró la especialista.

El objetivo de este desarrollo, agregó Lobo, es que la ciudad sea en sí misma capaz de ofrecer a sus habitantes la accesibilidad, movilidad y los medios de transporte para que pueda acceder a bienes y servicios.

Teniendo esto en cuenta, la especialista cree que el objetivo principal del Desarrollo Orientado al Transporte es que la gente pueda realizar muchas actividades productivas o lúdicas sin tener que desplazarse tanto y teniendo los medios eficientes y sustentables para realizarlo.

Al final, lo que concuerdan todos los especialistas con respecto a estas dinámicas de crecimiento de las ciudades y de un desarrollo ordenado es que tanto la infraestructura de una metrópoli como los medios de transporte y las políticas públicas en materia de movilidad tienen que planearse bajo una misma visión y no con esfuerzos individuales.

Mientras no se tenga en mente este tipo de planeación, precisaron los especialistas, no se podrá generar una ciudad ordenada y con visión de futuro en materia de transporte, movilidad y desarrollo urbano.

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Foto: Antonio Nava / Navaphotos.com

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