Yadira García Leyva

El temor a transportarse en bici en una ciudad que no cuenta con la infraestructura para hacerlo es comprensible: los ciclistas somos más vulnerables a los accidentes.

Sin embargo, el riesgo se disminuye y las experiencias son más satisfactorias si pones en práctica estos consejos:

 1.       Tu mejor opción de bicicleta:

No siempre lo de moda es lo mejor. Es cierto que las bicicletas esbeltas lucen más estéticas, pero si te vas a transportar en la Ciudad de México agradecerás una bicicleta más robusta y con llantas gruesas que te ayuden a soportar los baches de esta Ciudad. Al final es cuestión de gustos, pero tú decides si prefieres comodidad o estética.

El tamaño de la bici también es un factor importante. La clave para no lesionarte es que el asiento pueda ajustarse un poco superior a la altura de tu cadera.

 2.       Habilidades al manubrio:

Puedes aprovechar los domingos de paseos ciclistas para practicar cómo frenar y voltear hacia atrás cuando vayas a cambiar de carril. La clave del frenado para no sufrir accidentes es apretar ambos frenos para evitar que la llanta de atrás se levante y salgas disparado. Y si no eres tan ágil para voltear cuando vayas a negociar algún cambio de carril, te recomendamos instalar espejos retrovisores en el manubrio o en el casco.

En esta Ciudad también debes estar preparado para los baches imprevistos, para ello, recuerda dar una distancia considerable al auto de enfrente o pasar los charcos (le quite de agua porque es pleonasmo) con cuidado.

 3.       La mecánica básica:

No tienes que ser un experto, pero más vale estar preparado para un imprevisto. Puedes empezar por ubicar los talleres cercanos a tu ruta o llevar un candado para dejar tu bici cerca del lugar de la avería. Pero si eres de los que piensa que nada te detendrá andando en bici, tienes que empezar por aprender a componer una ponchadura y cómo ajustar los frenos.

 4.       Cómo planear tu ruta:

Te recomendamos no abrumarte y empezar por trayectos cortos e ir aumentando poco a poco: recuerda que la distancia promedio de un viaje es de ocho kilómetros, quizá en un principio te parezca mucho, pero poco a poco abatirás el promedio.

Antes de salir de casa puedes revisar tu ruta en Google Maps con la opción de “a pie”, además de revisar el clima para prever tu vestimenta.

 5.       Cortesía para combatir el miedo:

Para contrarrestar el temor de salir a la calle en bici, puedes acompañarte de alguien que lleve la misma ruta que tú: hasta los más expertos lo prefieren porque ante cualquier percance habrá alguien que te auxilie.

Piensa que cada salida a la calle es una buena oportunidad para cambiar la opinión de la gente sobre los ciclistas abusivos. Si planeas tus rutas y sabes administrar tu tiempo, saldrás con calma y predisposición a ser cortés: ceder el paso al peatón, por ejemplo. Con ello mejorarás la percepción hacia los ciclistas y la forma de concebir esta opción de tra
nsporte.

 6.       Reclama tus derechos, cumple tus obligaciones:

Los ciclistas tienen derechos pero también obligaciones. No competimos por eso, pero apostamos a que ser ciclista es una de las mejores opciones para transportarse en la Ciudad.

Entre otros, tenemos derecho a un carril en el espacio vial y no respetarlo es una falta al nuevo Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México.  Recuerda que la defensa de tus derechos dependerá de tu conocimiento minucioso del Reglamento, el cual da preferencia a los ciclistas por encima de automovilistas.

Pero también tenemos la obligación de advertir nuestros movimientos: vuelta a la izquierda, vuelta a la derecha y alto. El tip aquí es no sólo hacer la indicación con los brazos, sino procurar contacto visual con el automovilista o el peatón, ya que la mirada representa el cincuenta por ciento de nuestra comunicación no verbal.

Para complementar esta información, te recomendamos revisar el Manual del Ciclista Urban o de la Ciudadde México que encontrarás en la página https://www.ecobici.df.gob.mx/sites/default/files/pdf/manual-del-ciclista.pdf

Si aún te sientes inseguro para salir a rodar, puedes acudir a alguna de las escuelas de ciclismo urbano de la Secretaria de Medio Ambiente o de la Delegación Miguel Hidalgo. Con esto queremos decirte que no hay pretexto para que cambies tus preferencias de traslado, tu estilo de vida y la Ciudad.

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Foto: Antonio Nava / Navaphotos.com

 

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