Tania Castro Escobar

“Las ciudades requieren vivir y ser vivibles a través de un sistema de transporte de calidad”

En la actualidad muchas de las formas de incidir en el transporte se han hecho de forma aislada. Hoy en día, las autoridades pretenden resolver todos los problemas de movilidad y congestionamiento con la implementación de un medio de transporte, pero la solución no está en la aplicación de una sola medida.

Los usuarios son la base del transporte público y requieren que sus necesidades sean atendidas, ya que la mayor parte de la población se moviliza a través de éste.
Sin embargo el número de vehículos ha aumentado exponencialmente y con ello los traslados se han hecho más largos obligando al usuario a perder dos horas de su tiempo y más 25 mil pesos al estar atrapado en el tránsito.

Ante esta situación, las autoridades han tratado de implementar un sistema intermodal en el transporte público a través de la creación de una ruta integral alimentadora, un sistema BRT y la conformación de empresas concesionarias del transporte. Sin embargo, de nada sirve la intermodalidad cuando no está articulada con las necesidades de los desplazamientos de las personas.

“Tanto los usuarios como el gobierno confunden el término ‘intermodalidad’. No es hacer que las personas se bajen del automóvil, no es conectar con otros modos de transporte para llegar a nuestro destino. Se han olvidado de que el peatón y el usuario representan el factor humano clave y participan en toda la cadena de viaje, no solo en el origen y el destino de sus traslados”, dijo Víctor Alvarado, investigador de Transporte Eficiente en El Poder del Consumidor.

La intermodalidad significa ofrecer un servicio rentable, rápido, eficiente, cómodo y seguro para que el usuario pueda llegar en buenas condiciones a su destino. “Para que este sistema sea funcional se deben tomar en cuenta cuatro factores: reducir número de vehículos, reducir velocidades, vigilar las intersecciones y cambiar las direcciones viales; de otro modo sólo aventamos nuevas modalidades y unidades a sumarse al caos ya existente”, señaló Alvarado.

Para el especialista, la mejor forma de solucionar la problemática es diseñar y estructurar políticas integrales de manera horizontal que permitan solucionar tres o cuatro problemas y no uno sólo. Por otra parte, las autoridades deben destinar más fondos para que las condiciones del transporte sean mejores.

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